El divorcio es una decisión difícil pero aún lo es más si uno o ambos cónyuges provienen de distintos países. En algunos matrimonios existen hijos, y en otros no. En algunos matrimonios existen bienes gananciales, y en otros no.
Todos estos aspectos hay que determinarlos en el divorcio de mutuo acuerdo que se llevará a cabo ante notario público, cómo se va a acordar el régimen de visitas de los hijos, cómo se hará la distribución de los bienes o activos.
Si ambos cónyuges son residentes europeos, para poder divorciarse de mutuo acuerdo en España, lo importante es que uno o ambos tengan la residencia permanente en nuestro país, de modo que se pueda demostrar que el derecho nacional español es el que regirá el interés de las partes al ser su residencia habitual.
En ausencia de una elección y conforme a la ley, «el divorcio y la separación legal estarán sujetos a la ley del Estado: a) en el que los cónyuges tienen su residencia principal en ese momento». Por tanto, se acepta la libertad de elección respecto de la ley aplicable, y en el caso en que los cónyuges tengan su residencia habitual en España, les será de aplicación la ley española.
Antes de que se proceda a la solicitud del divorcio de mutuo acuerdo, deberás comprobar que el vínculo matrimonial está evidentemente roto, y que no se puede salvar
Existen muchas razones por las que la gente se divorcia, y los motivos pueden ser variopintos. Puede que se deba a un adulterio, al comportamiento irracional de uno de los cónyuges, o puede que exista violencia física, abuso verbal, insultos o amenazas, embriaguez o consumo de drogas, etc.